Bret, el joven de 19 años fallecido de manera injusta en Santander: “No fue un accidente”

Bret Elorza, un joven de tan solo 19 años, perdió la vida el pasado viernes sobre las 22.15 horas de la noche en un desgraciado accidente en la céntrica calle Castelar de Santander.

En un primer momento, según la versión de algunos transeúntes que se encontraban en el lugar, el desafortunado siniestro mortal apuntaba a haberse producido cuando en dicha zona unos individuos se encontraban haciendo una carrera de coches ilegal y uno de los vehículos que la realizaban perdió el control al pasar por la mediana e impactó violentamente contra la moto en que viajaba Bret, que pasaba en ese momento por la misma calle.

El joven Bret perdió la vida de forma instantánea debido al fuerte golpe recibido por el coche contrario y nada se pudo hacer por salvar su vida debido a la gravedad de sus lesiones.

Posteriormente, la mayoría de testigos del siniestro afirmaron a la policía que no se trató de una carrera clandestina sino de un ‘pique al volante’ entre el vehículo implicado en el fuerte golpe y otro que se dio a la fuga.

El conductor y el copiloto del vehículo causante del accidente mortal fueron identificados por las autoridades y se produjo la detención de los mismos, Bryan Barroso y Adrián Bedia, los dos de 31 años, a lo largo de la mañana del sábado. Ambos se encuentran en prisión provisional aunque niegan que fueran partícipes de ninguna discusión o riña con otro conductor.

Bryan, el joven que conducía el vehículo que impactó mortalmente contra Bret, circulaba en ese momento sin carnet de conducir, ya que fue sancionado con dos años de retirada del permiso y aún no había hecho el examen para recuperar su carnet. Además tanto él como el otro arrestado, Adrián, dieron positivo en la prueba de detención de drogas que les realizaron de varias sustancias: cocaína, anfetaminas y THC (marihuana).

Se han abierto diligencias contra los detenidos por dos supuestos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria y otro por conducir bajo la influencia de drogas y, también, otro supuesto delito de cooperador necesario de un homicidio por imprudencia.

La familia y amigos del fallecido se encuentran totalmente destrozados tras la muerte de Bret, de quien todos destacaban que era un joven “muy tranquilo y centrado”.