El futuro de la presentadora.
No cabe duda de que Ana Rosa Quintana se ha ganado el título de soberana indiscutible de las mañanas televisivas. Su programa en Telecinco es un referente en el ámbito de la comunicación matutina y ha logrado consolidar su liderazgo a lo largo de los años. No obstante, en una de las recientes emisiones de su espacio televisivo, la experimentada presentadora compartió una inquietud acerca del futuro de su profesión al abordar una noticia de interés internacional.
En 1982, Televisión Española la contrató para copresentar la edición nocturna del Telediario junto a Alberto Delgado. Un año más tarde, Ana Rosa se trasladó a Nueva York con su entonces esposo, Alfonso Rojo, y trabajó como corresponsal de la cadena de radio COPE y la revista Tiempo. Fruto de su matrimonio con Rojo, nació su hijo Álvaro.
Tras su separación de Rojo en 1987, Ana Rosa regresó a Madrid y asumió la dirección y presentación del magacín ‘Las tardes de RCE’ en Radiocadena Española. Su carrera en la radio continuó en emisoras como Radio 80, Antena 3 Radio y Radio Voz, en las que desempeñó diversos roles de dirección, redacción y colaboración en programas de distintos formatos.
En paralelo, en 1994, Ana Rosa retornó a la televisión, específicamente a Telecinco, donde presentó el programa de juicios ‘Veredicto’, seguido por el espacio ‘Nunca es tarde’. A principios de 1997, la presentadora se incorporó a Antena 3, donde condujo diversos programas de entrevistas y crónica social, como ‘Sinceramente Ana Rosa Quintana’, ‘Extra Rosa’ y ‘Sabor a ti’. Este último se mantuvo en pantalla durante seis temporadas, consolidando a Quintana como una de las presentadoras más influyentes en la televisión española.
En el año 2000, Ana Rosa debutó como escritora con la novela «Sabor a hiel», un éxito de ventas que, sin embargo, se vio envuelto en controversia por la aparición de pasajes plagiados de otros autores. La presentadora atribuyó el incidente a un colaborador cercano y la editorial retiró el libro del mercado.
En 2001, junto a su hermano Enrique Quintana, Ana Rosa fundó la productora Cuarzo Producciones, encargándose de la producción de ‘Sabor a ti’ y lanzando su propia revista, AR. La Revista de Ana Rosa, publicada mensualmente por Hachette Filipacchi. Además, en 2004, participó en el doblaje en español de la película de Pixar Los increíbles, prestando su voz a una locutora de televisión.
Tras la cancelación de ‘Sabor a ti’ en 2004, Ana Rosa regresó a Telecinco en 2005 para competir con María Teresa Campos, presentadora estrella de la cadena. Su programa, ‘El programa de Ana Rosa’, se estrenó el 10 de enero de 2005 y rápidamente se posicionó como líder de audiencia en su franja horaria, un éxito que mantiene desde entonces.
En reconocimiento a su talento y trayectoria, Ana Rosa Quintana fue galardonada con el Premio Ondas a la Mejor Presentadora en noviembre de 2011. Con décadas de experiencia en distintos medios de comunicación, Ana Rosa Quintana se ha convertido en una figura emblemática en el panorama mediático español. Su habilidad para adaptarse a diferentes formatos y temáticas la ha llevado a consolidarse como la reina indiscutible de las mañanas en la televisión nacional.
«Nos van a dejar sin trabajo».
El Programa de Ana Rosa sigue obteniendo excelentes resultados de audiencia, fruto del arduo trabajo no solo de la carismática presentadora, sino también del valioso aporte de sus colaboradores. En una de sus recientes emisiones, Ana Rosa y Joaquín Prat analizaron un tema de gran preocupación para el mundo del periodismo. Se trataba de la creación de un presentador virtual en los Emiratos Árabes, un fenómeno que también se ha extendido a otros países.
«Estos presentadores virtuales nos dejarán sin empleo», comentó preocupada Ana Rosa, añadiendo con cierto tono de resignación que «esto era lo único que nos faltaba». Joaquín Prat, por su parte, reflexionó sobre el hecho de que la aparición de presentadores virtuales en noticieros está vinculada a aquellos lugares donde la libertad de prensa no es precisamente un pilar fundamental. «No es casualidad que veamos este tipo de presentadores en países con restricciones a la libertad de prensa», afirmó.
Este tema genera un debate profundo en el ámbito periodístico, ya que pone en cuestión el papel de los profesionales en un mundo cada vez más digitalizado y automatizado. Mientras la tecnología avanza a pasos agigantados, los periodistas y presentadores de noticias se enfrentan al desafío de adaptarse a las nuevas tendencias y mantener su relevancia en el competitivo mundo de la comunicación.