El libro póstumo de Aless Lequio
El chico de las Musarañas es el título del libro que Ana Obregón ha presentado ante los medios de comunicación. Se trata de una obra basada en los escritos de su hijo Aless Lequio, fallecido hace dos años a causa de un cáncer. La presentadora ha roto el luto con un vestido de flores muy colorido y ha compartido las primeras palabras sobre su nieta, Ana Sandra.
Ana Obregón ha explicado que este libro cumple uno de los tres deseos de su hijo, junto con tener una hija y crear una fundación para investigar el cáncer. “Todo lo que haces en esta vida con amor tiene eco en la eternidad. Es lo único que he hecho desde que mi hijo se fue, intentar, con amor, hacer todo lo que a él le hubiera gustado”, ha afirmado.
El proceso de escritura
La presentadora ha contado que su hijo empezó a escribir el libro cuando se sometía a un tratamiento de quimioterapia muy agresivo. “Me despertaba a las seis de la mañana y él ya estaba con la luz encendida, escribiendo el libro. Le pedí leer un poquito y no me dejó. Me pidió que esperara a que lo terminase”, ha relatado. Sin embargo, tras su muerte, Ana Obregón tardó dos años en abrir el documento que contenía solo treinta o cuarenta páginas.
Fue entonces cuando decidió completar el libro con sus propias vivencias desde el día que le diagnosticaron el cáncer hasta el final. “Esta obra está escrita por una madre con el corazón mutilado. Está escrita con sangre. No sé escribir, yo les pasaba capítulos a la editorial sin saber ni lo qué estaba haciendo. Escribía mi corazón, me guiaban desde arriba”, ha confesado.
Una señal desde arriba
Ana Obregón ha sorprendido a los asistentes explicando una vivencia paranormal que la animó a publicar el libro. “El primer día que nos reunimos para formalizar este libro quedamos para comer y puse mi teléfono encima de la mesa. Yo no estaba muy convencida de hacerlo, este libro es una catarsis donde he tenido que revivir momentos profundamente dolorosos. De repente empieza a sonar mi móvil y era una llamada de Aless”, ha narrado Obregón, emocionada.
Su representante Susana Urribarri ha corroborado la historia: “Ana se puso muy nerviosa. Me enseñó el teléfono y me llevé las manos a la cabeza. El teléfono de Aless llevaba años en un cajón. Fue un momento mágico”. La presentadora ha interpretado aquello como una señal de su hijo y por eso aceptó publicar el libro. Además, durante la escritura del libro, Obregón asegura que sentía que alguien le guiaba y escribía por ella.