La nueva Ley de Movilidad Sostenible pone en revisión las etiquetas medioambientales
El Pleno del Congreso ha dado luz verde este miércoles al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible con una ajustada mayoría de 174 votos a favor, 170 en contra y 4 abstenciones. La norma, impulsada por el Ministerio de Transportes, encara ahora su paso por el Senado antes de su entrada en vigor, prevista para el próximo año.
Con esta ley, el Gobierno pretende dar un paso decisivo hacia una movilidad más segura, limpia, eficiente y conectada. Pero lo que más revuelo ha causado es una de sus medidas estrella: la revisión del sistema de etiquetas medioambientales de la DGT.
El CO₂ entra en escena: ¿se acabó el chollo de la etiqueta ECO?
Hasta ahora, las pegatinas que distinguen a los vehículos según su impacto medioambiental se basaban en criterios técnicos que, según muchas voces expertas, dejaban fuera un elemento crucial: las emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
Con la nueva ley, este parámetro pasará a ser clave. De hecho, se espera que miles de vehículos cambien de categoría y, con ello, pierdan beneficios como el acceso a zonas de bajas emisiones (ZBE), aparcamiento bonificado o circulación sin restricciones.
Objetivo: acabar con el “engaño” de las pegatinas verdes
Diversas organizaciones medioambientales, como Ecodes, llevan años alertando de la falta de rigor en la clasificación actual. Según denuncian, “la etiqueta 0 acredita vehículos que contaminan y no son de cero emisiones, y la ECO es un cajón de sastre de emisiones dispar”.
El nuevo sistema buscará adaptarse a la evolución tecnológica y corregir esas incoherencias, que han llevado a muchos consumidores a comprar coches “verdes” que, en la práctica, funcionan la mayor parte del tiempo como un coche convencional.
¿Qué vehículos pierden privilegios?
Con los nuevos criterios, la etiqueta CERO quedará reservada exclusivamente para:
– Vehículos 100% eléctricos
– Modelos de hidrógeno
– Híbridos enchufables con una autonomía eléctrica mínima de 90 km
Los híbridos enchufables con menor autonomía, que hasta ahora lucían con orgullo la etiqueta azul CERO, pasarán a tener la etiqueta ECO o incluso una inferior, ya que no existe garantía de que sus conductores recarguen la batería regularmente. Es decir, podrían estar circulando en modo combustión casi todo el tiempo, especialmente dentro de las ZBE.
Microhíbridos, coches de gas y el futuro de la etiqueta ECO
También se verán afectados:
– Vehículos de hibridación ligera o microhíbridos, que solo conservarán la etiqueta ECO si integran un sistema eléctrico de baja tensión que permita ciertas condiciones mínimas de electrificación.
– Coches de gas (GLP o GNC), que actualmente son considerados ECO pero no cuentan con electrificación alguna, también podrían perder esa clasificación y sus correspondientes ventajas.
Un cambio que sacudirá el mercado
La entrada en vigor de esta ley marcará un antes y un después en el parque automovilístico español. Muchos conductores que creyeron apostar por una opción ecológica podrían descubrir que su vehículo ya no cumple los requisitos para mantener los beneficios de la pegatina.
Con este movimiento, el Ejecutivo busca alinear los distintivos con la realidad técnica y medioambiental de los vehículos, fomentando de forma real una movilidad sostenible. Mientras tanto, la incertidumbre planea sobre miles de propietarios que esperan saber si su coche bajará de categoría.
La cuenta atrás para la nueva movilidad ya ha comenzado.