Pone mala reseña al escuchar a la cocinera cantar y el restaurante se lleva una ovación con su respuesta

Anuncios

Las reseñas gastronómicas y sus curiosidades

Las opiniones sobre restaurantes suelen ser todo un espectáculo: algunas aportan información realmente útil, mientras que otras rozan lo absurdo o lo cómico. Lo cierto es que, cuando se trata de salir a comer fuera, cada cliente tiene sus propias prioridades y gustos, por lo que complacer a todo el mundo es prácticamente imposible.

Anuncios

Sin embargo, en esta ocasión, el protagonista no ha sido un cliente insatisfecho, sino el propio restaurante, que ha sabido responder con ingenio y humor a una crítica en Google Maps. La historia, compartida en la red social X (antes Twitter) por el popular usuario @soycamarero, conocido por difundir anécdotas insólitas del mundo de la hostelería, se volvió viral en apenas unas horas.

Una respuesta con ironía que conquista las redes

La reseña original decía: «Estuve desayunando y me tuve que ir… lugar espantoso. La cocinera cantando como si se acabara el mundo. Muy poca educación», escribió la clienta, dejando además una valoración de una sola estrella.

Anuncios

La contestación del restaurante Venta la Raya fue una auténtica joya de ironía: «Gracias por su comentario, nos sirve para mejorar. PD: A la cocinera la hemos apuntado a clases de canto, y le diremos que no sea tan feliz en su trabajo. Un saludo». Una respuesta elegante y sarcástica a partes iguales que ya acumula más de 25.000 visualizaciones y 1.000 ‘me gusta’.

Anuncios

El apoyo del público: humor y empatía

Las reacciones no se hicieron esperar. Muchos usuarios aplaudieron el sentido del humor del establecimiento: «Gente tan infeliz en su vida que no aguanta ver gente feliz», escribió uno. Otro añadió entre risas: «Jolín, estoy por trabajar en ese restaurante y hacer dúos con la cocinera para que me paguen las clases de canto a mí también, que noto ese gasto a final de mes».

También hubo quien recordó experiencias similares con un toque positivo: «Juro por Freddie Mercury que yo iba a desayunar a un sitio por la risa de la camarera. No tenía filtro y se reía fuerte fuerte, los precios eran baratos y la comida acorde al precio, pero ya digo, íbamos por oírla reír», comentó un usuario nostálgico. Otro trabajador compartió su vivencia: «Yo tuve el efecto contrario. Trabajaba en una tienda de pueblo, teníamos la radio puesta y sonaba musiquita bailable y mientras reponía iba bailoteando. Entró una clienta y dijo: ‘Joder, así da gusto venir a comprar y que estéis pasándolo bien'».

Anuncios

Conclusión

Una vez más, el ingenio y el buen humor demostraron ser las mejores armas frente a las críticas injustificadas. La respuesta de Venta la Raya no solo desarmó la queja, sino que convirtió una situación negativa en un momento de humor compartido por miles de personas. Porque, al final, la felicidad —y una buena dosis de sarcasmo— también se sirven en la mesa.

Anuncios