Alba Barrera, la joven jerezana «más fuerte que el vinagre», fallece tras una valiente lucha contra la leucemia
La ciudad de Jerez amanece con el corazón encogido. Alba Barrera Fernández, militar, madre y símbolo de esperanza para miles de personas, ha fallecido a los 30 años tras una dura batalla contra la leucemia, una enfermedad contra la que luchó con entereza, sonrisa y una actitud que se volvió viral en redes sociales bajo un lema ya inolvidable: “más fuerte que el vinagre”.
Su fallecimiento, ocurrido este martes, ha generado una oleada de dolor y homenajes en su entorno más cercano y en toda la ciudad. La joven, muy conocida y querida en el barrio jerezano de Vallesequillo, deja atrás un legado de coraje, luz y amor, así como a su marido y a su pequeño hijo, Leo.
Una lucha pública, valiente y llena de esperanza
Hace apenas un año, la noticia de que Alba había encontrado un donante compatible de médula ósea llenó de esperanza a todos los que seguían su historia. Era el rayo de luz que muchos esperaban en medio de la oscuridad de la enfermedad. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos y la fuerza con la que ella afrontó cada fase del tratamiento, la leucemia terminó venciendo a su cuerpo, aunque no a su espíritu.
Alba no fue solo una paciente: fue una voz activa, positiva y poderosa que utilizó las redes sociales como altavoz para concienciar, motivar y compartir. Su forma de enfrentarse al cáncer inspiró a personas más allá de su entorno y se convirtió en un símbolo de lucha para muchas otras mujeres jóvenes que atraviesan situaciones similares.
Dolor institucional y comunitario: una ciudad que llora a una de sus hijas
La pérdida de Alba no ha pasado desapercibida para las instituciones jerezanas. La alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo, fue una de las primeras en mostrar públicamente su dolor y condolencias:
“Alba ha sido un ejemplo, como toda su familia. De entrega, de amor, de coraje. Durante su enfermedad, siempre fue ella la que nos dio fuerza, la que nos transmitía esperanza y serenidad. Hoy amanecemos muy tristes con su fallecimiento. Te echaremos mucho de menos, Alba. DEP”, escribió la regidora en sus redes sociales.
Vallesequillo la despide con oración y lágrimas
Su barrio, Vallesequillo, donde era enormemente querida, también ha querido rendirle homenaje. Desde la Agrupación Parroquial Madre de los Desamparados se han sumado al dolor colectivo con palabras de consuelo y cariño:
“Con profundo dolor recibimos la noticia de la partida de Alba Barrera Fernández, una joven y muy querida vecina de nuestro barrio de Vallesequillo, a la Casa del Padre”, señalaron. Además, ofrecieron apoyo espiritual y emocional a su familia en estos momentos tan duros: “Nos hacemos eco de las muestras de afecto que van llegando de los vecinos […] Elevamos nuestras oraciones a María Santísima Madre de los Desamparados para que, cogiéndola de la mano, la lleve hasta Jesús. Señora, acoge a Alba bajo tu manto y derrama consuelo y fortaleza sobre sus seres queridos. Descanse en paz”.
Un legado imborrable para los jóvenes de su hermandad
También la Hermandad del Soberano Poder, en La Granja, a la que Alba pertenecía, ha mostrado su pesar y ha querido recordar su entrega y su lucha. En un mensaje publicado en sus redes, han expresado:
“Fuiste una valiente y luchadora hasta el último instante. Que desde allí arriba des fuerza a tu familia y cuides del pequeño Leo. Tu hermandad y sobre todos los más jóvenes no olvidarán jamás tu lucha por la vida”.
El mensaje, cargado de fe, se cierra con una oración por su descanso eterno: “Que Ntro. Padre Jesús en su Soberano Poder y María Santísima de las Mercedes lo acoja en su Reino. Señor, dale el descanso eterno. Y brille sobre él la luz eterna. DEP”.
“Más fuerte que el vinagre”: una frase que ya es bandera
Su sobrenombre, “más fuerte que el vinagre”, dejó de ser una simple frase para convertirse en un símbolo de lucha y superación. Con él, Alba demostraba que su fuerza no solo estaba en el cuerpo, sino sobre todo en el alma. Esa misma energía la convirtió en ejemplo para muchas personas que batallan en silencio contra enfermedades similares.
Hoy, esa frase resuena más fuerte que nunca en las calles de Jerez, en las redes sociales, en los altares de su parroquia y en los corazones de quienes la conocieron.
Descanse en paz, Alba Barrera. Tu lucha, tu sonrisa y tu fuerza no se olvidarán jamás.