Una noche que terminó en tragedia
La madrugada del 10 de julio en Zaragoza se convirtió en el escenario de un episodio que parecía sacado de un thriller psicológico. En las afueras de una discoteca situada en pleno centro, una discusión desembocó en una agresión impactante: una mujer atacó a otra después de verla besándose con su pareja.
En un arranque de celos descontrolados, la agresora le mordió un dedo con tal fuerza que le arrancó por completo la falange distal. La víctima fue trasladada inmediatamente a un hospital, donde recibió atención médica urgente. No obstante, la parte amputada no pudo ser recuperada, lo que agrava tanto el pronóstico médico como las implicaciones legales del caso.
Testigos y actuación policial
Quienes presenciaron la escena describen un momento caótico, con gritos, empujones y una violencia inesperada que dejó a todos atónitos. Tras la alerta, dos patrullas de la Policía Nacional llegaron rápidamente al lugar para controlar la situación.
Los agentes recabaron testimonios, evaluaron la gravedad de la herida y procedieron a detener a la presunta responsable. Esta fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia, donde el magistrado decidió dejarla en libertad con cargos por un presunto delito de lesiones graves.
Celos, alcohol y tensión emocional
Fuentes policiales informaron que la agresión estuvo motivada por un ataque de celos en un contexto en el que el consumo de alcohol jugó un papel importante, incrementando la tensión entre las involucradas. Al parecer, la detenida perdió el control al ver a su pareja en una actitud afectiva con la víctima, desencadenando una reacción impulsiva y violenta que terminó con una lesión grave y un proceso judicial en marcha.