La gente puede llegar a llorar por razones muy diferentes. Lo normal es que sean los sentimientos extremos de felicidad o tristeza los que nos hacen «abrir el grifo». Pero para estos niños no funciona así.
Nuestros protagonistas aprendieron muy pronto que llorar lleva acompañado una reacción de sus padres. Por ese motivo, montan dramones por lo más mínimo.
Atento a esta recopilación sobre las delirantes razones por las que lloran los niños. ¡Esperamos que os parezca tan divertida como a nosotros!
¿Qué os parece a vosotros?