A todos nos ha pasado alguna vez: se nos estropea algo, y tenemos que contactar con el servicio de soporte técnico. Porque se nos ha ido Internet, el pedido de un restaurante estaba incompleto, o simplemente para aclarar algunos detalles de un producto.
En ocasiones, las respuestas a las preguntas de los clientes pueden ser realmente impredecibles. A veces reaccionan a tu problema con arrepentimiento genuino… y otra veces con indiferencia, o se lo toman con demasiado sentido del humor.
Atento a estas anécdotas que demuestran que, contactar con el servicio de soporte, siempre es una lotería.
Y, por último, la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez:
Y tú, ¿tienes alguna anécdota similar?