Hay personas que no podemos evitar acariciar el vientre de nuestro gato, o arrojarle la pelota a nuestro perro cuando nos mira con todo su amor. Pero son cosas incompatibles con el hecho de trabajar en casa.
Los protagonistas de esta recopilación son auténticos héroes que intentaron trabajar desde casa con sus mascotas cerca de ellos. Nunca imaginaron que eso se convertiría en la experiencia laboral más indescriptible de sus vidas.
“Me siento culpable porque no puedo jugar y necesito trabajar desde casa. Esta es una manipulación de altísimo nivel”
“Trabajando desde casa… ¡con un gatito!”
Cuando intentas trabajar desde casa con una mascota que no entiende el concepto de espacio personal
“Mi compañero de trabajo es realmente extraño e improductivo”
“A mi perro le parece bastante sospechoso que yo esté en casa en un día laboral”
“Mi perro no parece muy feliz de verme en casa todo el día”
Cuando siempre tienes una pata de ayuda
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“Mi esposo ha estado trabajando desde casa desde hace más de un mes, pero Marty todavía lo espera en la puerta de entrada a las 5 p. m. todos los días”
“Tuve una conversación bastante tensa con mi supervisor de turno sobre el desayuno en el trabajo y ahora está observando cada uno de mis movimientos”
“Su reacción cuando les di la noticia de que comenzaría a trabajar desde casa”
“Nuestro gato se ha vuelto muy apegado ahora que ambos trabajamos desde casa. Tuve que improvisar una solución”
“Mi nuevo compañero de trabajo es bastante exigente”
“No me creyó cuando le dije que trabajaría desde casa por al menos otro mes”
“Mi gato trabaja en soporte técnico”
“Está harta de que trabajemos desde casa”
Esto no se ve nada cómodo
Y tú, ¿has tenido recientemente una experiencia similar?