«Si yo fuera rico…», rezaba la canción. Pues resulta que, cuando te vuelves rico, pero rico de verdad, a veces tomas decisiones muy dudosas. Parece que hay un porcentaje de la población mundial que, gracias a sus grandes ingresos, puede cumplir caprichos que a veces son de lo más extraños.
Quienes han sido testigos de esas excéntricas acciones, se quedaron sin palabras. Al menos, hasta que decidieron contarlo en las redes sociales. Atento a esta recopilación, porque no tiene desperdicio.
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Y tú, ¿qué lujo te darías si el dinero no fuera un impedimento?