¿Quién puede mentir a un niño? Pues, aparentemente, mucha gente. Afortunadamente, algunas de esas mentiras en realidad están llenas de humor.
Y decimos «afortunadamente», porque el sentido del humor es una parte indispensable de la vida de cualquier familia. Un buen ejemplo son las mentiras piadosas de los padres, que con el tiempo se convierten en un recuerdo de lo más divertidos. Si no te lo crees, echa un vistazo a estas invenciones divertidas y absurdas que los padres les han dicho a sus hijos.
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Y a ti, ¿cuál es la mentira más absurda que te dijeron tus padres?