Ocurre más a menudo de lo que quisiéramos: tenemos tanta prisa en enviar un mensaje de texto, que seleccionamos a la persona incorrecta, o nos equivocamos al escribir el número de teléfono.
Las consecuencias son impredecibles. A veces, simplemente recibimos un «lo siento, te has equivocado de número». Otras veces la persona al otro lado tiene un sentido del humor excepcional, y nos hace pasar un rato estupendo.
Atento a lo que le pasó a estas personas, que seguro que no se arrepienten de su error, porque las respuestas que recibieron son oro puro.
Y tú, ¿cuál ha sido el mensaje más aleatorio que has recibido?