A veces, escuchamos un ruido inesperado en la casa. O un maullido en la venta. Y, hala, de pronto… ya tienes gato.
Porque aunque pensemos que el humano elige a su mascota, a veces simplemente es al revés. Y los gatos tienen su propia manera de escoger a sus dueños… o sirvientes.
Si no nos crees, echa un vistazo a esta lista de gatos allanadores de moradas. ¡Esperamos que al menos te haga reír!
Apareció anoche en mi puerta trasera, creo que ahora tengo gato.
Este bicho me despertó a las 2:45 de la mañana. No tengo gato, ¿es así como se consiguen?
He llegado a casa y visto esto. No tengo gato.
Mis padres empezaron a darle comida a un gato callejero hace un par de semanas. Esta era la entrada hoy.
No son ni mi perro ni mi gato, pero vienen a sentarse a mi casa cada día.
Abrí la ventana para fumar y oí maullidos de repente.
Abrí la ventana para fumar y oí maullidos de repente.
Dejamos entrar a un gato callejero que conocemos para que se calentara, y se puso demasiado cómodo.
Lo he encontrado en el jardín de mis padres. Tiene un corazón en la nariz.
Llego a casa. Este no es mi gato. Ambos nos sorprendimos.
No tengo gato, pero me encontré estos en el garaje.
Me he encontrado esto esta mañana.
Me despertaron unos maullidos a las 4:45, abrí la puerta y esto entró corriendo. ¿Me lo quedo?
Apareció un día en la granja de mi hermano y su hija de 10 años dijo que era todo lo que quería para Navidades. Se llama Popeye.
Entré en la cocina y me encontré esto a las 5:30 de la mañana. No es mi gato.
Me he encontrado esto al llegar a casa. No tengo gato.
Fui al baño y algo me llamó la atención. No tengo gato.
Mi casa para invitados tuvo un visitante hoy.
Me encontré esto en mi balcón en un 7º piso. No tengo gato.
Apareció un día en mi casa y ahora somos amigos. Se llama Oj.
Visitando a la familia de mi novia, me he despertado con esto. No tienen gato.
Se coló en mi camión del trabajo y me hizo compañía un rato.
Mi padre me ha enviado esta foto del cuarto de baño. No tenemos gato.
Llevo 1 hora trabajando en la oficina y he visto esto de repente. No tenemos gato.
Oíamos ruidos en la tienda, pusimos una «trampa» y pillamos a este peludo.
El gato del vecino a veces viene de visita.
Creo que ahora tengo gato: abrí la puerta, entró y se puso cómodo.
No tengo gato.
Vivo en una casa de estudiantes. A veces nos visitan 2 gatos y juegan con el iPad.
Pero si no tengo gato…
Se coló en mi coche y no me dejaba irme sin él. Así se tiene un gato, ¿no?
El gato del vecino ha venido a saludar.
No me fijé en él al principio y me asustó. ¡No es mi gato!
No tenemos gato. Estaba echando una siesta y mi esposa hizo esta foto del intruso aprovechándose de mi calor.
No tengo gatos…
Entré al baño. No tenemos gato.
Terminé de pintar la cocina, fui a sentarme y encontré esto. No tengo gato.
Llegué a casa de trabajar y me quedé dormido. Me desperté con este gato a mi lado. No tengo gato.
Estaba estudiando cuando vino este gato a repasar los temas. No es mío.
Tengo 2 gatos y este no es ninguno de ellos. ¡Intruso!
Y a ti, ¿alguna vez te ha ocurrido algo similar?