Velocidad, foto e infidelidad: Una mujer descubre la doble vida de su marido por una multa de tráfico

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Las consecuencias del exceso de velocidad fueron mucho más allá de una simple multa

Las estadísticas no mienten: de acuerdo con recientes estudios, las infidelidades son más comunes de lo que seguramente creemos… incluso durante aquel confinamiento de hace dos años. Una encuesta mostró que a alrededor de un 52% de los españoles se les pasó por la cabeza tener algún tipo de aventura en el confinamiento, aunque lógicamente no todos la consumaron.

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A pesar de estar en uno de los países de Europa que más abiertos están a tener una aventura, también parece que los españoles somos una de las sociedades que ven con peores ojos el adulterio. Podría decirse que España tiene una moral conservadora que forma parte de su carácter latino. Pero a pesar de ello, tenemos una predisposición a estar abiertos a la experiencia.

Lo cierto es que las infidelidades entre marido y mujer no son específicas de una región, un país o de una determinada edad. Es una práctica, nos guste o no, que existe en todo el mundo, y sus consecuencias son de lo más inesperadas.

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Especialmente en esta historia que os vamos a contar: Una mujer alemana ha descubierto la infidelidad de su compañero de vida por una multa de tráfico. Tan absurdo como que el coche que alquiló el marido y con el que se cometió la infracción se realizó con una tarjeta de crédito cuya dirección era la conyugal.

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En la notificación del exceso de velocidad, había una foto en la que se veía a su pareja… con una mujer al lado que, según se descubrió después, era su amante.

Un misterio con una solución de lo más prosaica.

La mujer que recibió la multa no sólo estaba segura de que ese día ella no había conducido el coche que cometió la infracción, sino que también era consciente de que la mujer que aparecía en la foto no era ella. La sorpresa fue mayúscula al comprobar en la foto que acompañaba a la notificación de la infracción, que la persona que conducía el coche infractor era la amante de su pareja, que estaba en el puesto del copiloto.

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El tema se complicó bastante, porque dicha mujer tuvo que comparecer ante el juez para demostrar que la multa no era para ella, ya que la foto no se correspondía. La mujer que conducía no era ella, ni había estado nunca dentro de ese vehículo.

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Por cierto, el punto de la infracción era la entrada al túnel de Rheinufer, dónde una cámara de tiro delantero captó el coche de la denunciada a 87 km/hora, cuando la velocidad máxima permitida es de 60 km/h.

El juez no tuvo más remedio que absolver a la mujer propietaria del vehículo, ya que los hechos fueron tan contundentes que el marido no tuvo más remedio que confesar la infidelidad. Además, su amante, que no se presentó al juicio, tuvo que hacerse cargo de la multa por la infracción cometida.

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