Os traemos otra historia sobre un rescate. Uno de esos sucesos que muestran a la vez la increíble ignorancia de algunos… y, afortunadamente, la heroica compasión de otros.
Una fría mañana de diciembre, un hombre se encontró con 6 cachorros sucios en los bosques de Alabama mientras iba camino al trabajo. Las pobres criaturas se encontraban en un estado terrible, e intentaban entrar en calor acurrucándose juntas.
Apenas parecían perros, ya que tenían calvas rosas y suciedad por todos lados, y eran demasiado pequeños para ir por el bosque sin su madre. Si no recibían ayuda les esperaba lo peor, así que fueron llevados a un refugio cercano, en Sylacauga.
Allí el personal quedó horrorizado por el pobre estado de los cachorros. Cuesta creer que este sea el principio de una conmovedora historia, pero afortunadamente fue así gracias a los héroes silenciosos que nos rodean.
“Olían tan mal, que el personal del refugio se tuvo que poner máscaras para bañarlos. Estaban muy mal, tenían sarna, estaban malnutridos y habían pasado mucho frío,” contó a The Dodo Nicole Zaguroli, de SCCR.
Ya que pesaban poco más de 2 kilos, asumieron que los cachorros eran de una raza pequeña, pero lo cierto en semejante estado era imposible identificar sus orígenes. Al principio se pensaba que eran cruces de cocker spaniel… pero luego resultó ser nada más lejano a la realidad.
Los perritos fueron llevados al Colegio Veterinario Auburn para recibir cuidados médicos, y luego fueron llevados a casas de acogida para seguir el tratamiento.
No hubo ningún milagro en su recuperación: solo una nutrición adecuada, baños medicinales y buenos cuidados. Poco a poco se recuperaron, y les empezó a crecer un esponjoso pelaje blanco.
Cuando al fin estuvieron listos para ser puestos en adopción, volvió a surgir la cuestión de su raza, ya que ahora su apariencia sugería otra cosa. Así que uno de los adoptantes les hizo un test de ADN, y descubrió que eran pura raza Gran Pirineo.
Los perros de esta raza tienen un tamaño y fuerza impresionantes, y de hecho se trata d excelentes perros guardianes. Pueden crecer hasta 76 cms a la altura de los hombros, y pesar más de 45 kilos.
Así que nada de raza pequeña, ¿eh? Cuesta creer que estas criaturas tan majestuosas fueran abandonadas cuando eran pequeñas y vulnerables. Afortunadamente, todos los cachorros rescatados encontró un hogar gracias a los voluntarios de SCCR.
Durante un par de meses no solo cambiaron de identidad, también se volvieron más sanos, activos y buenos amigos de sus dueños. Uno de los cachorros, Bear, tiene incluso una cuenta de Instagram para compartir sus aventuras.
Otro adoptante, Eric Hartman, compartió una foto de su cachorro, Elsa, en los comentarios de SCCR en Facebook.
¿Qué os parece a vosotros?