A nuestro protagonista le dio por el paisajismo cuando estudiaba en la universidad, y enseguida le encantó. Ese fue el momento en el que a Jon Foreman le dio por explorar el mundo natural. Especialmente el de su tierra: Pembrokeshire, en Gales.
Como la zona tiene mucha costa, buena parte de las obras de Foreman están hechas con las piedras que encuentra cerca del mar. Utiliza pequeños guijarros, o grandes rocas, todo le valer. Y sorprende a los playeros con sus hipnóticos arreglos que nunca dejan de sorprender.
«En mis creaciones uso muchos materiales naturales, pero la piedra ha demostrado ser el que puedo manipular mejor. Ya sea en sus colores, ángulos, formas, tamaños, colocación o espacio. Normalmente empiezo o con un esbozo o sin tener la más mínima idea. Entonces recojo aquello que puedo llevar y comienzo colocando piedra tras piedra, perdiéndome en el proceso y desconectando del estrés de la vida diaria.»
Foreman afirma que este arte paisajista le gusta mucho más que dibujar o pintar. «Las posibilidades son infinitas, y hay infinitos ambientes distintos en los que trabajar. Salir y crear obras tiene un profundo efecto en mi salud mental, me ayuda a mantener la mente sana y contenta», dijo.
Juzga tú mismo.
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