Dani Alves se queda sin uno de los pocos apoyos para su versión que le quedaban.
Anna Marín, la magistrada sustituta del juzgado 15 de Barcelona, tomó en cuenta una variedad de factores antes de firmar el auto de prisión sin fianza contra Dani Alves, cuyo delito es la presunta violación de una joven en una discoteca de Sarrià-Sant Gervasi. Las policías de la Unidad Contra las Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d’Esquadra le informaron a la magistrada de todos los avances del caso, además de recabar la información de los testigos que se encontraban en la discoteca Sutton la noche del 30 de diciembre.
De particular importancia fueron las declaraciones de las dos chicas que acompañaban a la víctima. Esta amiga afirmó a las investigadoras que el jugador brasileño la manoseaba con violencia y que le puso la mano en sus partes íntimas hasta que logró zafarse. Esta narración coincidió con la versión de la víctima quien contó cómo se separó de sus acompañantes. “Fue cuando me di cuenta de cómo tocaba a mis amigas y de lo pegado que estaba a ellas”.
Es por eso que, tomando en cuenta todos estos elementos, la magistrada decidió dictar un auto de prisión sin fianza contra Dani Alves. A pesar de la presunción de inocencia de este, la magistrada consideró que los hechos resultaban suficientemente graves como para que el acusado no pudiera salir libre bajo fianza.
Durante las últimas semanas, los investigadores han trabajado intensamente para descubrir la verdad. Para ello, han examinado cuidadosamente las imágenes de las cámaras de seguridad, así como han intentado contactar con el mayor número de personas que estaban presentes en la discoteca aquella noche.
Asimismo, visitaron las dependencias policiales de Les Corts para interrogar al portero que había detectado que algo andaba mal con la joven y, por ello, la acompañó a una oficina. Por otra parte, el responsable de la sala de la discoteca no dudó en llamar a los Mossos d’Esquadra.
Además, el camarero del reservado que se empeñó en que las tres amigas acudieran a la mesa de Alves y su acompañante Bruno, un chef brasileño, también habría prestado declaración.
El chef, que se había quedado con la prima de la víctima, intentó contactar con ella a través de Instagram para ofrecerse en ayudarla en lo que necesitara. La víctima decidió entregar a los investigadores unas capturas de pantalla de la conversación que habían mantenido. El chef, con la intención de ayudar, había decidido ponerse en contacto con la víctima, para ofrecer ayuda en todo aquello que pudiera necesitar.