First Dates: Un programa para encontrar el amor
El famoso restaurante televisivo First Dates vuelve a abrir sus puertas para recibir a solteros y solteras en busca del amor. Algunos logran encontrarlo, mientras que otros no consiguen sentir la chispa. En esta ocasión, Eduardo, un joven de 23 años y entrenador personal, y Mónica, una chica de 20 años hiperactiva y sincera, intentan darle una oportunidad al amor.
Eduardo busca una chica que se cuide y presta atención a cómo trata a los demás, mientras que Mónica no ha tenido mucha suerte en el amor. Al conocerse, la diferencia de edad sorprende a Mónica, quien llega a decirle a Eduardo que parece un abuelo, comentario que no sienta bien al joven.
La cita y la búsqueda de la chispa
La cita empieza con una Mónica nerviosa y risueña. A lo largo de la cita, Mónica destaca el cuidado que Eduardo pone en su apariencia y el joven se sorprende por las aspiraciones de Mónica de unirse al ejército. Ambos encuentran en común su amor por la comida. Sin embargo, Mónica insiste en llamar a Eduardo «abuelo» debido a sus rasgos faciales, lo cual no le agrada.
En la sala del amor, la pareja enfrenta diferentes retos para intentar que la chispa surja entre ellos. Mónica sigue insistiendo en que Eduardo parece mayor, aunque él discrepa. Al final, Eduardo desea tener otra cita con Mónica, pero ella se niega, argumentando que chocan en el aspecto físico.
Decisiones finales y diferencias de edad
Mónica declara que no quiere otra cita con Eduardo, ya que percibe una gran diferencia de edad entre ambos en términos físicos. Asegura que él parece un señor mayor y ella un bebé, lo cual hace que no se sienta cómoda en la relación. A pesar de ello, ambos continúan en First Dates buscando a esa persona especial que haga surgir la chispa del amor.