«Mala, malísima». Una de las personas que mejor conoció a Carmen Sevilla desmonta su legado

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La polémica continúa en las memorias de Karmele Marchante.

Karmele Marchante, la catalana de 76 años conocida por sus etapas de tertuliana, ha estado promocionando su libro, No me callo (Penguin Random House) en el que cuenta sus memorias. Sus recuerdos de su paso por los programas Tómbola y Sálvame, así como el de su fallecido compañero Jesús Mariñas, no son buenos: «Era una persona maltratadora y tóxica», ha declarado. En el programa Tómbola surgió la famosa frase «¡Que te calles, Karmele!» que ahora da nombre a sus memorias.

En una entrevista para la Cadena Ser, Karmele ha admitido que participación en varios espacios televisivos no ha sido fácil: «Yo los primeros años me lo pasé bien; después, no. Llegaba al hotel llorando cada noche. Era sufrido y duro», ha explicado. Su peor momento profesional se produjo cuando publicó una información vinculando a Carmen Sevilla con una trama de corrupción.

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Esta se enfrentó a la periodista en el plató, ganando la demanda y lucrándose a costa de la mancha que Karmele le había hecho: «Se fue de plató en plató y se ganó un montón de dinero a costa del honor que yo había mancillado».

Karmele ha recordado a la presentadora de Telecupón como «mala, malísima». Esta situación le llevó a tener una sensación de tristeza mientras trabajaba en televisión. A pesar de que disfrutaba de los primeros años, al final llegaba al hotel llorando cada noche.

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La artista tiene un delicado estado de saludo.

Carmen Sevilla vive los últimos días de su vida en una residencia de Aravaca, en Madrid. Allí ingresó en 2015 después de que se le diagnosticara alzhéimer. En el centro se encuentra muy cuidada, y recibe todo tipo de cuidados para conseguir que su estancia sea lo más agradable posible.

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La mítica actriz cumplió recientemente 91 años. Fue una de las primeras artistas españolas en cruzar el océano Atlántico para llegar a Hollywood, junto con su amiga Sara Montiel. Sin embargo, su carrera no terminó de cuajar allí y se quedó en España.

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