Se avecinan grandes cambios en la vida de Rocío Carrasco.
La decisión de Mediaset de vetar a trece conocidos personajes del corazón en sus programas ha generado sorpresa y revuelo en el mundo de la televisión. Según ha publicado el diario La Razón, la cadena ha decidido prohibir que estos personajes aparezcan en sus programas y que se hable de ellos en los mismos.
La lista de los trece «malditos» para Mediaset incluye a Rocío Carrasco, Fidel Albiac, Antonio David Flores, Rocío Flores, Kiko Rivera, Bárbara Rey, Olga Moreno, Marta Riesco, Gloria Camila, José Fernando, Ortega Cano, Rosa Benito y Rosario Mohedano. Algunos de estos nombres son muy conocidos en España y han sido habituales en los programas de la cadena en los últimos años.
Según fuentes de la cadena citadas por La Razón, se han puesto carteles en la redacción con los nombres de las personas vetadas y se ha prohibido hablar de ellas o mostrar vídeos en los programas. Al principio no se conocieron las razones exactas por las que Mediaset habría decidido vetar a estos personajes, pero se especuló que podría tratarse de una estrategia para cambiar la imagen de la cadena y alejarse de la polémica y el sensacionalismo.
Aunque algunos de los personajes vetados aún no se han pronunciado al respecto, otros han mostrado su malestar en redes sociales. Rocío Carrasco, por ejemplo, ha publicado en su perfil de Instagram una imagen con el mensaje «El miedo a la verdad es el miedo a la libertad». Kiko Rivera, por su parte, ha mostrado su sorpresa en Twitter y ha escrito «Vaya tela, no me lo esperaba».
Las verdaderas razones detrás de los cambios.
El grupo audiovisual Mediaset España, que preside Borja Prado, ha iniciado una nueva etapa tras la salida de su consejero delegado Paolo Vasile, que durante 23 años lideró la cadena Telecinco y otras emisoras como Cuatro, Divinity o Energy. El ejecutivo italiano ha sido sustituido por dos nuevos consejeros delegados: Alessandro Salem y Massimo Musolino, que tendrán el reto de renovar la imagen y los contenidos de la compañía.
Uno de los primeros cambios que han anunciado los nuevos responsables de Mediaset España es la apertura de la parrilla a una mayor variedad de programas y protagonistas. Según fuentes del grupo, se trata de “abrirse a contenidos nuevos” y “buscar nuevos caminos” ante el agotamiento editorial de algunos formatos y personajes que han dominado la televisión durante años.
Entre los contenidos que han perdido interés para el público y la audiencia se encuentran las sagas familiares del corazón, como las de Isabel Pantoja o Rocío Jurado, que han ocupado horas y horas de emisión en programas como ‘Sálvame’, ‘Supervivientes’ o ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’. Estos espacios han generado polémica y división entre las productoras que trabajan con Mediaset España, creando bandos enfrentados por defender o atacar a las protagonistas.
Mediaset España ha desmentido que haya vetado a ningún famoso ni enviado una lista negra a sus productoras de cabecera. Sin embargo, ha reconocido que ha abusado de ciertos personajes y que pretende buscar nuevos rumbos para ofrecer una televisión más diversa e innovadora. Así lo demuestra el estreno en 2023 de Ocho apellidos marroquíes, la nueva película producida por Telecinco Cinema y secuela del mayor éxito del cine español.
El cambio de estrategia de Mediaset España responde también a la necesidad de recuperar el liderazgo del target comercial en la televisión española, que ha ido perdiendo frente a sus competidores en los últimos años. El grupo audiovisual ha cerrado 2022 con un 25% de cuota en este segmento clave para los anunciantes, por debajo del 26% logrado en 2021.
Los nuevos consejeros delegados tendrán que hacer frente al desafío de revitalizar su imagen de marca y reflotar la audiencia de sus dos cadenas principales: Telecinco y Cuatro. Para ello, contarán con el apoyo del resto del equipo directivo y con el catálogo de programas que ofrece Mediaset España en sus distintas plataformas: desde realities como ‘La isla de las tentaciones’ o ‘Idol Kids’ hasta series como ‘Me robó mi vida’ o documentales como ‘Callejeros web’.
El futuro incierto de Mediaset.
Mediaset España, el grupo de comunicación que lidera Telecinco, Cuatro y Divinity, atraviesa uno de sus peores momentos. Tras perder el liderazgo de audiencia frente a Antena 3, la cadena se enfrenta a un cambio de rumbo necesario para recuperar la confianza de los espectadores. Un cambio que pasa por renovar su programación, dejar atrás la telebasura y apostar por la calidad.
La cadena nació en 1990 como una filial del grupo italiano Mediaset, propiedad del magnate Silvio Berlusconi. Desde sus inicios, se caracterizó por ofrecer un tipo de televisión basada en el entretenimiento, el directo y el morbo. Los realities shows, los programas del corazón y los personajes creados al calor de la pantalla fueron sus principales bazas para conquistar al público.
El responsable de este modelo fue Paolo Vasile, un productor cinematográfico y empresario italiano que llegó a España en 1999 para convertirse en el consejero delegado de Mediaset España. Durante 23 años, Vasile dirigió con mano firme la estrategia del grupo, basada en una producción barata, unos costes operativos bajos y unos beneficios millonarios.
Vasile nunca se preocupó por la calidad de sus contenidos ni por el respeto a su audiencia. Su único objetivo era ganar dinero y mantenerse en lo más alto del podio. Sin embargo, su fórmula empezó a agotarse cuando los espectadores se cansaron de tanta frivolidad y falta de rigor. El exceso de explotación de ciertos personajes del corazón y la saturación de formatos repetitivos provocaron una fuga masiva hacia otras cadenas.
¿Serán suficientes estos cambios para salvar a Mediaset? ¿Conseguirá recuperar el liderazgo perdido? ¿Qué opinan los espectadores sobre esta nueva etapa? Estas son algunas preguntas que se plantean sobre el futuro incierto del Titanic de Fuencarral.