‘First Dates’ nunca deja de sorprender.
El amor está en el aire cada noche en Cuatro con ‘First Dates’, el programa que nos muestra las primeras citas de solteros y solteras que se atreven a conocerse en un restaurante mientras una cámara graba sus reacciones. Bajo la batuta del carismático y experto Carlos Sobera, el programa nos invita a ser testigos de las historias de amor y desamor que se viven en la era digital, donde las nuevas tecnologías han transformado la forma de relacionarnos.
Pero ‘First Dates’ no es solo un programa para pasar el rato, sino también un programa para aprender y pensar sobre el amor y las relaciones. El programa nos muestra cómo expresarnos, cómo conquistar, cómo crear complicidad, cómo controlar los nervios, cómo ser honestos, cómo afrontar el rechazo… En resumen, cómo disfrutar de una primera cita con éxito.
Asimismo, el programa tiene un valor social al dar voz a las minorías y fomentar el respeto y la tolerancia hacia la diversidad. En ‘First Dates’ hay cabida para todos: heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, personas con discapacidad, personas mayores, personas con hijos…
Por supuesto, el programa también tiene su lado humorístico y nos ofrece momentos graciosos e incluso absurdos. A veces, los candidatos nos enseñan lo que no hay que hacer jamás en una cita: ser maleducados, mentir, hablar demasiado o demasiado poco, beber en exceso, ir vestidos de forma inadecuada… En esos casos, el programa se convierte en un espejo en el que nadie quiere verse reflejado.
Las razones por las que no quiere chicos «feministas».
La búsqueda del amor no es fácil para nadie, pero hay personas que tienen más dificultades que otras para encontrar a su media naranja. Es el caso de Alexa, una venezolana de 32 años que reside en Madrid desde hace cuatro años y que trabaja como diseñadora y dependienta de ropa. Alexa se considera una mujer atractiva y segura de sí misma, pero cree que eso le juega en contra a la hora de ligar: “Me pasa que, cuando la gente me ve, dice: ‘Esta chica liga muchísimo, me da inseguridad’”, confiesa.
Con la esperanza de romper esa barrera y conocer a alguien especial, Alexa se animó a participar en el programa First Dates, el espacio de Cuatro que presenta Carlos Sobera y que cada noche ofrece la oportunidad de encontrar el amor a personas solteras. La cita de Alexa fue con Emilio, un barman y relaciones públicas de 28 años que vive en Alicante y que se define como un chico divertido, simpático y extrovertido. Nada más verla entrar por la puerta del restaurante, Emilio quedó impresionado por la belleza de Alexa: “Vaya mujerón”, exclamó.
Sin embargo, las apariencias engañan y pronto se dio cuenta de que entre ellos había más diferencias que afinidades. Mientras se sentaban a la mesa, Alexa le echó un vistazo al atuendo de Emilio y no le gustó lo que vio: “Me hubiese gustado que hubiera venido un poco más pijo. Con pantalón chino y otro calzado”, opinó. Emilio, por su parte, se mostró satisfecho con su look informal y le restó importancia al comentario.
La conversación siguió su curso y Alexa le contó a Emilio que le encantaba la moda y que tenía su propia marca de ropa. Emilio le preguntó por sus aspiraciones profesionales y ella le respondió que quería triunfar en el mundo de la moda y tener una vida cómoda y lujosa. Alexa también le dejó claro que buscaba una pareja con la que poder viajar o salir a cenar a menudo, “con la capacidad económica suficiente” para hacerlo. Emilio, que trabaja en dos profesiones precarias y no tiene grandes ambiciones materiales, se sintió intimidado por las exigencias de Alexa.
Pero lo peor estaba por llegar. Cuando el tema de la conversación derivó hacia el feminismo, Alexa sorprendió a Emilio con unas declaraciones que él consideró machistas: “Aquí sois muy feministas. Yo soy un poco más… No machista, pero estamos acostumbradas a hombres muy detallistas. A que el hombre sea el hombre de la relación. Yo no quiero ser el hombre de la relación, quiero que sea el hombre el que me consienta a mí”, afirmó la venezolana. Emilio no daba crédito a lo que oía y le replicó: “A mí no me gusta nada una chica que sea machista. Prefiero que sea normal, una chica que quiera hacer las tareas del chico y yo las de la chica”.
El desencuentro entre los dos comensales se hizo aún más evidente cuando hablaron sobre sus preferencias sexuales. Alexa se definió como una mujer “tradicional” en la cama, mientras que Emilio se consideraba más “moderno”. Ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder ni a adaptarse al otro. La decisión final estaba cantada.
Al finalizar la cena, Carlos Sobera les preguntó si querían tener una segunda cita. La respuesta fue un rotundo no por parte de ambos. “No tendría una segunda cita con Alexa. Eres muy clásica. Yo soy más moderno, entre comillas. No sé, no cuajaríamos los dos”, dijo Emilio. Alexa coincidió con él: “No eres el tipo de hombre con el que saldría. Yo busco algo tranquilo y estable, tú tienes pinta de ser un rollito de una noche”.
“A mí me gusta tener novia, tener relaciones”, se defendió Emilio, antes de despedirse de ella sin ningún gesto cariñoso. Así terminó una cita fallida en First Dates, donde quedó demostrado que el amor no entiende de culturas ni de estilos.