‘First Dates’ sigue sorprendiendo.
Cada noche, en Cuatro, un restaurante muy especial abre sus puertas para recibir a solteros y solteras que buscan el amor. Se trata de ‘First Dates’, el programa presentado por Carlos Sobera que nos invita a ser testigos de lo que ocurre cuando dos desconocidos se sientan frente a frente en una mesa y comparten una cena mientras una cámara capta sus gestos, sus miradas y sus palabras. ¿Saltarán chispas entre ellos? ¿Habrá química o habrá tensión? ¿Se gustarán o se rechazarán? ¿Se darán una segunda oportunidad o se despedirán para siempre?
El programa nos ofrece la posibilidad de conocer a personas de todo tipo, con diferentes edades, gustos, personalidades y expectativas. Algunas vienen con ilusión, otras con miedo, otras con curiosidad. Algunas tienen claro lo que quieren, otras están abiertas a lo que surja. Algunas son románticas, otras son pragmáticas. Algunas son extrovertidas, otras son tímidas. Pero todas tienen algo en común: el deseo de encontrar a alguien especial con quien compartir su vida.
A través de las diferentes citas, podemos aprender lecciones valiosas sobre cómo comunicarnos, cómo seducir, cómo generar confianza, cómo manejar los nervios, cómo ser sinceros, cómo aceptar el rechazo… En definitiva, cómo vivir una primera cita con éxito. Pero también podemos ver lo que nunca hay que hacer en una cita: ser groseros, mentir, hablar demasiado o demasiado poco, beber en exceso, ir vestidos de forma inadecuada… En esos casos, el programa se convierte en un espejo en el que nadie quiere verse reflejado.
Claudia rechaza a Diego por su peso tras superar un cáncer.
El programa ‘First Dates’ de Cuatro ha vivido una de las citas más tensas y desafortunadas de su historia. Claudia, una brasileña afincada en Murcia, acudió al restaurante del amor con la esperanza de encontrar a su media naranja, pero se encontró con Diego, un alicantino que no cumplía sus expectativas físicas ni personales.
Claudia llegó al programa con un look muy atrevido que dejaba poco a la imaginación. Carlos Sobera, el presentador, bromeó con ella sobre si se iba a quitar la chaqueta “si se puede ir en sujetador”. Ella se rió y se presentó como una mujer simpática, “muy brasileña y a la vez, muy murciana, una mezcla explosiva”. Su ideal de hombre era alguien que fuera caballero, cariñoso, honesto, pero que no le dijera piropos ni fuera pegajoso ni controlador. Además, le gustaría que se pareciera a Matías o al propio Sobera.
Diego, por su parte, era un hombre valiente que había superado un cáncer de colón tras someterse a 37 sesiones de quimioterapia y perder 55 kilos. Lejos de rendirse ante la adversidad, Diego mostró una actitud positiva y optimista ante la vida. Al ver a Claudia, lo primero que le llamó la atención fue su “personalidad” y luego se alegró al saber que vivían cerca el uno del otro.
Sin embargo, la cita no fue nada bien desde el principio. Claudia no se mostró muy interesada en Diego y le criticó su aspecto físico. Le dijo que era “un hombre guapo, pero el cuerpo no le acompaña” y que tenía que perder más peso si quería seguir conociéndola. Diego se quedó sorprendido por su falta de tacto y le explicó que estaba trabajando en ello, pero que no iba a cambiar por nadie. También le contó que había estado casado y que su exmujer le había engañado y maltratado, lo que le había hecho ser más desconfiado.
Claudia tampoco se abrió mucho a Diego y le habló de sus dos relaciones largas anteriores y de lo exigente que se había vuelto. Le dejó claro que era una mujer independiente y complicada y que no se conformaba con cualquier cosa. Diego intentó tomárselo con humor y le dijo “líbrame de las aguas mansas…”, pero estaba claro que no había química entre ellos.
Al final de la cita, ambos decidieron no darse una segunda oportunidad. Claudia le dijo a Diego que no era su tipo de hombre y que prefería esperar a que él se quisiera un poco más “cuando se quiera un poquito más”. Diego se sintió ofendido por su comentario y le respondió que él se quería y se conocía perfectamente “he pasado un cáncer”. Claudia se disculpó por si le había ofendido y le deseó lo mejor. Diego también fue educado y le dijo que esperaba que encontrara lo que buscaba. Así terminó una de las citas más frías y desagradables de ‘First Dates’, donde Claudia y Diego no conectaron ni por el físico ni por el carácter.