«Significa que estos buenos valores están todavía presentes en la sociedad», dice la propietaria de la librería.
Llevamos una época de tantas malas noticias, que a veces uno siente que ya no se puede confiar en nadie. Afortunadamente, a veces aparecen en las redes sociales gestos que nos ayudan a recuperar la fe en la humanidad. Acciones ejemplares que muestran la mejor cara de las personas.
“Son pequeñas cosas que hacen grande al mundo”, es el resumen que hizo con una sonrisa de orgullo Arancha Martínez, la propietaria de la librería Santos Ochoa de Huesca. Se trata de la conclusión que sacó del emotivo gesto que tuvo un cliente con el establecimiento.
Todo sucedió a última hora del pasado jueves: un niño acudió a esta librería altoaragonesa para comprar material escolar. A la hora de pagar, no tenía suficiente dinero, ya que le faltaban 20 céntimos, que dejó a deber.
Martínez no sabía nada de esta historia, ya que ella había trabajado por la mañana. Cuando abrió la tienda al día siguiente a las 10:00, para su sorpresa, se encontró con una nota y esos 20 céntimos que faltaban en bolsita perfectamente sellada y colocados en la puerta.
“Buenos días, ayer sobre las 19: compró mi hijo un block de Oxford y tres rollos de forro para los libros. Le faltaba 20 céntimos. Muchas gracias”, había escrito el cliente. La propietaria, cuando salió de su asombro, lo compartió con sus compañeras de trabajo por el grupo de WhatsApp que tienen.
Al rato, la dependienta que trabajó la tarde anterior confirmó toda la historia, y le contó que había comprado un niño y que había dejado a deber esos 20 céntimos.
“Llama la atención el hecho del esfuerzo de escribir la nota, poner los 20 céntimos dentro de la bolsita y acercarse a la tienda para dejarla… Quiere decir mucho de los valores que tiene esa familia. Significa que estos buenos valores están todavía presentes en la sociedad y eso es algo de agradecer”, comentó una abrumada Martínez.
Tras compartir la nota en sus perfiles de redes sociales, comenzaron a acumular me gusta. La imagen se convirtió en todo un fenómeno viral. “No pensamos que iba a causar tanta sensación”, reconoció.
Martínez tiene alguna sospecha de quién es la autora del gesto, pero necesita confirmarlo: “Por el tipo de letra me parece de una mujer y creo que sabemos quién es, pero queremos asegurarnos para darle un abrazo y algún detalle”, dijo.
“También le quiero dar las gracias por los valores que le está inculcando a sus hijos”, añadió la propietaria, que llega a decir que cuando vio ese detalle ya le había alegrado el día. Dijo que son gestos que sirven para hacer el mundo un poquito mejor.