La Policía Nacional acordonó la zona el mismo día que el cadáver de un bebé de unos tres kilos con pelo y los ojos hinchados fue localizado.
Los restos de un recién nacido fueron descubiertos el pasado viernes por la mañana. El cadáver fue encontrado semienterrado en un camino de tierra en la barriada de El Fargue, en Granada capital. Una autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Granada ha concluido que el bebé estuvo vivo y falleció de forma violenta.
La investigación corre a cargo de la Policía Nacional, que no ha ofrecido ninguna novedad hasta el momento. Al parecer, fue un ciudadano que pasaba por el Camino de la Barrera el que dio la alerta al 112, tras observar un bebé envuelto en mantas. La llamada fue recibida por la Policía Nacional, la Policía Local y los servicios sanitarios del 061.
Una vez en el lugar, se determinó que el niño ya había muerto. Se inició entonces el protocolo judicial. Según fuentes cercanas a la investigación, en el lugar donde apareció el cuerpo había plantas de almendro. Fue una de las personas que acompañaba al vecino el que descubrió primero una toalla, gracias al trabajo de los perros que caminaba con él.
No obstante, no presentaba signos aparentes de violencia. Por ello, los resultados de los exámenes toxicológicos serán fundamentales para conocer las circunstancias exactas del fallecimiento.
La Policía Nacional acordonó la zona el mismo día que el cadáver de un bebé de unos tres kilos con pelo y los ojos hinchados fue encontrado, y se hizo cargo de la investigación. Durante gran parte de ese día, los agentes se afanaron en recoger muestras de ADN que pudieran ayudar a encontrar a los posibles responsables de los hechos. Esperan que estas pruebas aporten la información necesaria para llegar al fondo de este suceso.