Duro golpe a Daniel Sancho tras lo que ha revelado un forense español

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Un crimen premeditado

Borja Moreno, médico forense del instituto de medicina legal de Baleares, está muy interesado en el caso del cirujano plástico Edwin Arrieta, asesinado en Tailandia por el chef español Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho. Moreno ha participado en varios programas y podcasts para dar su opinión sobre este caso, que ha conmocionado a España y Colombia.

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Moreno no tiene dudas de que se trata de un asesinato con premeditación, y no de un homicidio imprudente, como alegó Daniel. Moreno argumenta que Daniel compró el cuchillo y los productos de limpieza el día anterior al crimen, lo que demuestra que tenía la intención de matar y descuartizar a Edwin.

Un estado mental normal

Moreno también se refiere al estado mental de Daniel en el momento del crimen. A diferencia del forense y doctor en Medicina José Carlos Fuertes, que cree que Daniel podría sufrir una enfermedad mental, Moreno sostiene que Daniel estaba en pleno uso de sus facultades. Moreno señala que Daniel declaró que mató a Edwin porque le tenía en una “jaula de cristal” y que se sentía presionado, pero que estas afirmaciones no tienen sentido porque Daniel planificó y ejecutó el crimen tal como lo había pensado. Moreno diagnostica que Daniel no tenía ningún trastorno.

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Una causa de muerte desconocida

Uno de los aspectos clave que aún se desconoce es la causa de la muerte de Edwin. La autopsia aún no se ha hecho pública, pero el informe será incompleto por la falta del torso, donde se encuentran los órganos vitales más relevantes para un análisis forense.

Moreno explica que es importante saber cómo murió Edwin, si fue por un golpe accidental o intencionado en la cabeza, si fue drogado o asfixiado. Moreno indica que la boca y el cerebro podrían dar alguna pista sobre esto último, pero que la clave está en el torso. Además, si fue un crimen pasional, como sospechan los investigadores, podría haber apuñalamientos que solo se podrían detectar si se encuentra el torso.

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Un método para deshacerse del cadáver

Otro motivo por el que Moreno está seguro de que se trata de un crimen planificado es la forma en que Daniel se deshizo de las partes del cuerpo. El forense supone que Daniel buscó previamente cómo eliminar el cadáver. Y lo prueba con los hechos. La cabeza la tiró al mar, una parte del cuerpo que no se infla y que no debería haber salido a flote. Las manos y el torso los cortó y aún no han sido hallados. Moreno recuerda que sin las huellas dactilares es muy difícil identificar a una persona. Las otras opciones son el ADN y los dientes. Por eso Daniel quiso tirarla al mar y que no apareciera.

En cambio, la pelvis y las vísceras sí pueden hincharse por los gases de la descomposición, por lo que lo mejor era intentar esconderlas en un vertedero.

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Un corte de pelo sospechoso

El pelo crece un centímetro al mes y a veces se analiza para saber si una persona había consumido sustancias tóxicas, como ocurrió con la niña china Asunta Basterra, asesinada por sus padres y que le habían dado drogas durante meses. Pues bien, “en el caso de Daniel Sancho es llamativo que justo después de hablar con su abogado la primera decisión que tomara fue cortarse el pelo”. Moreno dice que en España, esto podría ser un atenuante o un eximente, pero en Tailandia el consumo de sustancias tóxicas podría perjudicarle.

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