No importa que nos convenzamos de lo contrario: lo normal es que se note cuando nos gusta alguien. Es una de esas situaciones en las que cuerpo y mente se comportan de manera diferente. Los típicos síntomas de estar enamorados, eso de empezar a sudar sin sentido, que nuestro corazón se ponga a mil por hora, e incluso que sintamos mariposas en el estomago, tienen explicaciones científicas.
Y es que el objetivo de nuestro organismo es que queramos pasar más tiempo con esa persona. Sin embargo, a veces basta con una frase o una acción que te haga sentir que no estás destinado a pasar más tiempo el que hasta hace un instante era tu «crush». Lo saben bien nuestros protagonistas de hoy, que contaron en las redes sociales qué es exactamente lo que hizo que la persona que les interesaba dejara de gustarles inmediatamente.
1.
Cuando iba al instituto, conocí a un chico con el que coincidía en algunas clases. Era mono, divertido, y estaba totalmente loca por él. Un día me pidió salir: ir a cenar y luego ver una película. En el restaurante, pidió las cosas más caras del menú. Entrantes, bebidas, langosta, e incluso postre. Cuando vino la cuenta, me dijo: «Tú te encargas, ¿verdad?» Me dio tanta vergüenza que pagué. Después le dije que nos saltáramos la película porque no me sentía bien, y él me pidió $20 para gasolina y por haberle hecho perder el tiempo. No lo hice, y simplemente se marchó. Después de eso, no entendía por qué no quería volver a salir con él. Fuente.
2.
Conocí a una mujer, me pareció que era increíble. Salimos a comer, y me contó que estaba pasando por apuros económicos y que había tenido que volver a vivir con sus padres. De la manera en la que lo describió, parecía que había tenido mala suerte, no que hubiera hecho algo irresponsable. Esas cosas pasan. Cuando llegó la cuenta, le dije que pagaba yo. Me respondió: «Gracias, te lo agradezco, estoy intentando ahorrar todo lo que pueda».
Yo: «Claro, lo entiendo, querrás volver a tener una casa propia».
Ella: «No, en realidad estoy ahorrando para un tatuaje de $500 que me quiero hacer».
No tengo nada en contra de gastar el dinero en tatuajes, pero cuando te acabas de pasar toda la cita hablando de problemas económicos, quizás es el momento de reservar el dinero para cosas necesarias, no para tatuajes. Fuente.
3.
Una de las primeras veces que hablé con un chico que me gustaba, estábamos conociéndonos mejor el uno al otro. Nos estábamos contando cuáles eran nuestros trabajos, y él me corrigió cuando describí el mío… me detuve ahí mismo, pensé que no iba a funcionar y terminé la conversación. Fuente.
4.
Empezó a presumir de que estaba flirteando con varios chicos a la vez, de manera que siempre tenía un reemplazo. Fuente.
5.
Cuando iba a la universidad, estaba saliendo con una chica que tardaba horas en contestar a mis mensajes de texto. No era un problema grave, ya que la mayoría de las veces era charla sin importancia o hacer planes para el siguiente fin de semana. Pero era un poco molesto porque a veces tardábamos dos días en hacer planes por culpa de su lentitud. Pero no pasaba nada: No me encanta escribir mensajes de texto y no puedo juzgar a los demás por ello.
Pero cuando estábamos juntos, empecé a darme cuenta de que contestaba inmediatamente a cualquier mensaje que recibía. Tenía un tono de llamada muy alto que sonaba durante unos 15 segundos, y lo tenía configurado de manera que la cámara LED parpadeaba cada vez que le llegaba algo al teléfono. Era totalmente odioso, e hizo que me diera cuenta de que enviaba muchos mensajes de texto. En una ocasión le pregunté sin darle importancia que a quién estaba escribiendo, y me dijo que a un amigo del colegio que le había enviado un meme.
En ese momento me di cuenta de que no iba a funcionar. Ser lenta al responder mensajes de texto está bien. Que esté constantemente escribiendo mensajes de texto cuando salimos es molesto, pero no como para terminar la relación. Sin embargo, darme cuenta de que esta persona que está pegada al teléfono no considera prioritario responder a mis mensajes de texto me hace sentir poco importante, así que terminé alejándome de ella. Seguimos siendo amigos porque compartíamos el mismo grupo de amigos y no era raro. Pero dejé de hacer cosas solo con ella. Fuente.
6.
Dejé que la chica que me gustaba se quedara en mi casa mientras tenía una bronca con su madres. Después de semana recogiendo todo lo que dejaba desordenado, me atreví a quejarme. Ella respondió gritándome, cogiendo sus cosas y marchándose. Me alegré de librarme de ella, hasta que me enteré de que le estaba diciendo a la gente en Facebook que la eché porque se negó a salir conmigo. Puedo perdonar muchas cosas, pero fue la primera vez que alguien directamente se inventaba algo sobre mí. Fuente.
7.
El chico que me gustaba empezó a jactarse de conducir estando bebido. Me dijo que él y sus amigos tenían un club llamado «nunca por debajo de 100», bebían y después tenían que conducir por la autopista a más de 100 mph y enviarse entre ellos un vídeo de Snapchat del velocímetro del coche.
Tres meses antes dos de mis amigos habían perdido la vida por culpa de un conductor borracho. Fuente.
8.
Me preguntó si en caso de que las cosas no funcionaban entre nosotros, me importaría que saliera con mi compañero de piso. Le dije que no le podría hacer eso a mi compañero de piso, y me marché. Fuente.
9.
En la primera cita me preguntó si se me daban bien los niños, porque su ex le había dejado embarazada y no era bueno con los niños. Fuente.
10.
Quedamos para una cita, pero en el último momento se echó atrás. Me dijo que le habían llamado urgentemente del trabajo. Le dije que no pasaba nada. La segunda vez volvió a hacer lo mismo, y me dijo que tenía una tutoría con un alumno. No tenía sentido porque tendría que tenerlo planeado por adelantado. Fuente.
11.
Me dijo que sus planes de futuro consistían esencialmente en convertirse en una cazafortunas. Cuando me reí, pensando que era un chiste, me dijo que no entendía qué era lo que me hacía tanta gracia. Fuente.
12.
Tuve dos citas con una chica, cuando iba a la universidad. Ella era fantástica, pero inmediatamente quería que fuéramos «oficialmente» una pareja, y empezó a hacer borradores de publicaciones de Instagram sobre «nosotros». Quería pasar absolutamente todos los días juntos y pasar todas las noches juntos. Me pareció que salía de la nada, porque literalmente sabíamos poquísimo el uno del otro. Sugerí que fuéramos poco a poco pero se ofendió. Acabé cortando la relación y su reacción fue completamente infantil. Todo esto pasó en un plazo de 3 semanas. Fuente.
13.
Ella me dijo: «Sonríes demasiado».
Vete al diablo, sonrío cuando quiero, intento encontrar cosas que me hagan sonreír. Fuente.
14
Estábamos cenando fuera, y fue maleducado con la camarera. Le dije que estaría bien añadir algún «por favor» o «gracias», y él me contestó: «¿Por qué? Es una camarera», dando a entender que se siente superior. «La pago para que haga su trabajo». Dejó de gustarme al instante, y no quise volver a verle ni como amigo después del incidente. Fuente.
15.
Resultó que el chico que me gustaba era la persona que se había estado comiendo la comida de todos del frigorífico de la sala de descanso. Fuente.
16.
Cuando era adolescente trabajé de socorrista con un chico que me gustaba. Hasta que un día empezó a hablar de una mujer, a la que no conocía y que ni siquiera estaba allí), que llevaba pantalones cortos. Dijo que no le molestaba pero que cuando se sentaba se veía que tenía celulitis en sus muslos. Siguió hablando muy enfadado sobre cómo esa mujer debería hacer ejercicio para parecer más atractiva. Siguió hablando durante mucho tiempo sobre ello, mientras los que le escuchábamos no decíamos absolutamente nada. Solo silencio.
Después de eso, me quité las gafas de color de rosa y me di cuenta de que, en realidad, era un completo idiota.
Tengo que agradecer que se delatara de esa manera, porque me gustaba mucho. Mi cerebro adolescente podría haberlo pasado muy mal. Fuente.
17.
Me tiró un vaso de limonada encima en medio de un espectáculo de fuegos artificiales, ella pensó que era gracioso y coqueto. Fuente.
18.
Cuando me preguntaba cosas sobre mí, me interrumpía en el medio de mi contestación y se ponía a hablar sobre él. Fuente.
19.
Cuando tenía 18 años salí con un chico de 19. Parecía completamente normal hasta que quedé con él en su casa antes de una cita, y su madre le pidió que sacara la basura antes de marcharnos. Entonces él le contestó a gritos, y se cogió una rabieta que avergonzaría a cualquier niño de 3 años, incluyendo lágrimas, insultos a su madre y puñetazos al suelo. Fingí que me llamaban mis padres y que necesitaban que volviera a casa, bloqueé su número, y nunca le volví a ver. Fuente.
Y tú, ¿alguna vez te has desenamorado así de rápido de alguien?